El ministro de Educación, Nicolás Trotta, anunció que estarían evaluando poner fin al año académico en abril del 2021 para los alumnos del último año de secundaria.
Por Julieta Etchegaray.
La cuarentena dejó las aulas de las escuelas vacías desde comienzos de marzo. Algunas instituciones pudieron seguir dando clases de forma remota, ya sea a través de las videollamadas por Zoom u otra plataforma, subiendo las tareas en la página de la institución o enviándola por mail. Lamentablemente, no todas las escuelas tienen la posibilidad de seguir brindando contenido ya que no todos los alumnos tienen acceso a Internet, o no poseen una computadora ni algún dispositivo móvil para poder acceder al él.
Fuente: Archivo - Crédito: Mauro V. Rizzi.
Los cursos que no pudieron continuar con el aprendizaje, verán los contenidos perdidos en el año siguiente en su mayor medida. Pero, ¿qué hay de los alumnos que cursan el último año de secundaria y que están con un pie adentro de la universidad? El Ministro de Educación, Nicolás Trotta anunció: “Podemos trabajar un módulo específico que surja del consenso, donde en los meses de febrero, marzo y abril se pueda intensificar los contenidos y garantizar los saberes y dar un cierre de los 14 años de educación obligatoria. Y proyectar, sin estigma, la educación universitaria, que excepcionalmente comenzaría en mayo”. Si bien, esto no tiene garantías de que será el futuro que les espera a los futuros egresados, ya que hasta ahora no hay nada confirmado, hay varias opiniones que se oponen a esta idea y otras que la ven viable.
“Lo que no se hizo en 12 años de formación no se va a recuperar en unos meses".
Ricardo Crespo, Vicerrector de Asuntos Académicos de la Universidad Austral, opinó al respecto sobre este posible cambio en el calendario académico: “Lo que no se hizo en 12 años de formación no se va a recuperar en unos meses. En los últimos meses del último año de secundaria, los alumnos, no hacen nada. Ya están pensando en el viaje de egresados y en la fiesta. Me parece que no tiene sentido hacerles perder meses de la universidad. Porque, además, el chico que acabe las clases en abril tiene que ser muy vivo para iniciarse en la universidad tan pronto”. También, comentó que cree que es más lógico dictar los contenidos perdidos en aquellos cursos donde los alumnos todavía continuarían en el secundario el año que viene, ya que suelen ver más contenidos que los alumnos del último año y no están pensando en el inicio de una nueva etapa fuera del colegio.
Crédito: Julieta Etchegaray.
La fecha de regreso a clases es incierta hasta el momento. Tampoco se conoce el protocolo que se llevará a cabo al regresar. En otros países se aplicaron diferentes protocolos en las escuelas: “En Noruega los chicos comenzaron a ir tres veces por semana, divididos por grados. Por el momento nosotros no analizamos esa posibilidad. También en algunas escuelas de China instalaron en las aulas unos gabinetes tipo box para aislar a cada alumno. Algo imposible de aplicar en nuestra realidad. Hay otras propuestas que sugieren suspender los recreos. No creemos que eso sea viable”, reconoció Luis Bullrich, Jefe de Gabinete del Ministerio de Educación porteño, quien coincide en muchos aspectos con Trotta.
"La educación escolar es una maratón y no una carrera de 100 metros".
Una idea que todavía no fue confirmada, es que el primer curso en volver al colegio sería el último año de secundaria, y de esta forma, evitar perder la mayor cantidad de contenidos posible. Algunos creen que no sería justo darles la posibilidad de volver a la escuela a unos y no a otros. Gonzalo Muñoz, académico de la Facultad de Educación UDP de Chile, comentó que “la educación escolar es una maratón y no una carrera de 100 metros”, teniendo en cuenta la situación de la pandemia en su país, que bien se puede relacionar con el nuestro. Agregó que los niños que no volvieran al colegio durante este año no implicaría que se perdieran el año escolar. Ya que habrá tiempo, una vez superada la crisis, para retomar aquello que por estas circunstancias dejaron de aprender.
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